Capítulo 5. Una verdad incómoda
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El despilfarro sanitario suele definirse como la asistencia sanitaria que no añade calidad ni mejora los resultados de los pacientes. Los últimos datos de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) indican que el gasto sanitario aumentó un 4,6% en 2019, alcanzando los 3,6 billones de dólares. Como porcentaje del producto interior bruto (PIB) del país, el gasto sanitario representó casi el 18% del gasto total. La distribución del gasto sanitario fue del 33% para servicios de atención hospitalaria, el 20% para servicios clínicos y el 9% para gastos de medicamentos recetados al por menor, y el resto correspondió a varias subcategorías, como atención dental, atención sanitaria a domicilio, suministros médicos a domicilio y atención en residencias de ancianos.
Un artículo de 2019 publicado en el Journal of the American Medical Association(JAMA) por William Shrank, Teresa L. Rogstad y Natasha Parekh calcula que el 25% de nuestro gasto sanitario se traduce en despilfarro sanitario.1 Esto supone entre 760.000 y 935.000 millones de dólares de despilfarro. El artículo desglosa el despilfarro sanitario en seis áreas principales: fallo en la prestación de la asistencia, entre 102.400 y 165.700 millones de dólares; fallo en la coordinación de la asistencia, entre 27.200 y 78.200 millones de dólares; sobretratamiento o asistencia de ...
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