Capítulo 17. El principio de la tinta proporcional
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En muchos escenarios de visualización diferentes, representamos los valores de los datos mediante la extensión de un elemento gráfico. Por ejemplo, en un diagrama de barras, dibujamos barras que empiezan en 0 y terminan en el valor de los datos que representan. En este caso, el valor de los datos no sólo está codificado en el punto final de la barra, sino también en la altura o longitud de la barra. Si dibujáramos una barra que empezara en un valor distinto de 0, entonces la longitud de la barra y el punto final de la barra transmitirían información contradictoria. Tales figuras son internamente incoherentes, porque muestran dos valores distintos con el mismo elemento gráfico. Contrasta esto con un escenario en el que visualizamos el valor de los datos con un punto. En este caso, el valor sólo se codifica en la ubicación del punto, no en el tamaño o la forma del punto.
Surgirán problemas similares siempre que utilicemos elementos gráficos como barras, rectángulos, áreas sombreadas de forma arbitraria, o cualquier otro elemento que tenga una extensión visual definida, que puede ser coherente o incoherente con el valor de los datos mostrado. En todos estos casos, debemos asegurarnos de que no haya incoherencias. Este concepto se ha denominado principio de tinta proporcional [Bergstrom y West 2016]:
Cuando se utiliza ...
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