El Arte del Desarrollo Ágil, 2ª Edición

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EL RESTO DE LA HISTORIA

Eres un programador que trabaja en una historia para tu equipo, y necesitas una aclaración sobre uno de los requisitos. Envías un correo electrónico a Lynn, tu experta en la materia, y te tomas un descanso para estirar las piernas y tomar un café.

Cuando vuelves, Lynn aún no ha respondido, así que echas un vistazo a algunos blogs de desarrolladores que tenías ganas de leer. Media hora más tarde, tu bandeja de entrada suena. Lynn ha respondido.

Uy, parece que Lynn ha entendido mal tu mensaje y ha respondido a la pregunta equivocada. Envías otra consulta, pero realmente no puedes permitirte esperar más. Haces tu mejor conjetura sobre la respuesta y vuelves al trabajo.

Un día después, tras intercambiar unos cuantos correos más, has aclarado la respuesta correcta con Lynn. No era exactamente lo que pensabas, pero estabas bastante cerca. Vuelves y arreglas tu código. Mientras estás ahí, te das cuenta de que hay un caso de perímetro que nadie ha tratado todavía.

Podrías molestar a Lynn para obtener la respuesta, pero se trata de un caso muy oscuro. Es probable que nunca ocurra en el campo. Además, Lynn está muy ocupada, y tú prometiste que tendrías esta historia terminada ayer. (De hecho, terminaste ayer, excepto por todos estos pequeños detalles puntillosos). Pones la respuesta más probable y sigues adelante, sin darte cuenta de que tu suposición era errónea.

Cuando ...